La segunda reconversión monetaria en Venezuela en 10 años, es una prueba más para desarrollar resiliencias, nos explica el destacado académico Víctor Maldonado.
Víctor Maldonado, egresado de la Universidad Central de Venezuela como Licenciado en Estudios Políticos y Administrativos, con Maestría en Desarrollo Organizacional en la Universidad Católica Andrés Bello, además de profesor de Pregrado y Postgrado en la Universidad Católica Andrés Bello, Miembro de la Junta Directiva del Centro para la Divulgación del Conocimiento Económico CEDICE, y ex Director Ejecutivo de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios Caracas abre diálogo, comentando que la Reconversión Monetaria es una maravillosa oportunidad para construir fortaleza y desarrollar resiliencia.
“El parque empresarial venezolano ha pasado a contar con sólo 142.000 empresas sobrevivientes, y en ellas reposa, no sólo la capacidad de la sobrevivencia, sino el florecer y restaurar de la economía del país”. - Víctor Maldonado
En lo que es poco menos de un cuarto de las empresas que se contaban en Venezuela hace unos 15 años, y frente a esta realidad, no hay mejor posibilidad que ser realistas, subraya, ya que tanto el excesivo optimismo como el pesimismo, resultan tóxicos y poco atinados para retomar el rumbo hacia el país que vamos a tener.
“Se trata de sobrevivir a este trance y salir fortalecidos, sin ahogarse en el penar del aquí y el ahora”. Y así como se instrumentaron políticas malas, también se pueden instrumentar las adecuadas, destaca el ejecutivo; porque con sólo 5 decisiones se puede restaurar la economía del país: eliminación del control de cambio; del control de costos y precios; la inflexibilidad laboral; la arbitrariedad sobre las empresas; y el irrespeto sistemático a la propiedad privada, puntualiza.
El Empresario Acata la Reconversión.
El empresariado venezolano todos los días toma decisiones cruciales y reafirma su compromiso de sobrevivir, conservar a sus empleados y mantener los niveles de producción, acota. Tanto así que los empresarios han innovado en retener a su capital humano, a nivel de pagos, beneficios, mejoras en su calidad de vida, alimentación; sobrellevando obstáculos a los que ningún empresario a nivel mundial, debe enfrentarse a diario. Esto ha generado una alianza natural empresario- trabajador, alrededor del propósito de sobrevivir.
“Cualquier acción ante la represión no genera culpa, es un acto elemental de sobrevivencia”, y el proceso de reconversión monetaria, en los tiempos planteados por el gobierno, no escapa de esta realidad.
La paciencia como virtud de no dejarse vencer, así como el imperativo ético de aprender de las dificultades, son fortalezas que el empresario venezolano no debe perder nunca, concluye Maldonado.
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