El 6 de agosto salió publicado en la Gaceta Oficial N° 42.185 el Decreto N° 4.553.
La Nueva Expresión Monetaria como así la llamó el Banco Central de Venezuela, -no es más que otra conversión monetaria-, la cual representa la eliminación de seis (6) ceros al actual cono monetario (que recordemos era el resultado de dos devaluaciones anteriores, la del 2008 con tres (3) ceros y la del 2018 con cinco (5) ceros).
Sin embargo, esta nueva "expresión" conserva la representación del símbolo "Bs.", según se expresa en el Decreto emitido el pasado 6 de agosto, lo cual deja incertidumbre a la hora de adaptar los sistemas al tener que conservar el mismo símbolo. También, se va a mantener el código ISO del Bolívar que fue establecido en la enmienda 166 de la norma ISO 4217 (18 de abril del 2018), es decir se continuará con el código alfabético VES y numérico 928.
Adaptación Tecnológica
En la Cuarta disposición transitoria, se expresa que para el primero (1) de octubre, los sistemas de cómputo y cualquier otro mecanismo empleado para el procesamiento de los negocios y/u operaciones deberán estar adaptados a fines de expresar la moneda de acuerdo a la "nueva expresión" decretada, es decir, con la eliminación de seis (6) ceros. La pregunta que muchas organizaciones se estan haciendo, es si el poco tiempo que queda -menos de siete (7) semanas- será suficiente para tener todos los procesos y sistemas listos.
Sin embargo, para las entidades financieras y bancarias, la disposición transitoria quinta, expresa que deberán realizar los ajustes correspondientes en sus sistemas de cómputo antes del 1 de octubre, a los fines de que estos tengan la capacidad de procesar en la nueva escala monetaria las operaciones que impliquen referencia a la moneda nacional. También, antes del 30 de septiembre de 2021 deberán completar los procesos de pruebas correspondientes para asegurar, el procesamiento de las operaciones que impliquen referencia a la moneda nacional en la nueva escala monetaria.
Las experiencias pasadas han demostrado que se ha dado una prórroga para completar todos los procesos y adecuaciones necesarias. Sin embargo, hasta ahora no se ha escuchado nada al respecto, por lo tanto las organizaciones deberán ajustar sus calendarios para poder estar listos el 1 de octubre.
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