Diversas Cámaras de Comercio, que hacen vida en Venezuela, consideran que la reconversión monetaria anunciada por el presidente Nicolás Maduro en abril de este año, es una medida apresurada y que diversos sectores del país se tardarán más de lo estipulado en adecuar todos sus sistemas.
Carlos Larrazábal, presidente de Fedecámaras, señaló que las modificaciones en los sistemas bancarios son costosas, necesitan de personal calificado que las pueda ejecutar y tiempo. Asimismo, indicó que existen dudas respecto al redondeo y que está, a pesar de haber sido informada por el Banco Central de Venezuela (BCV), no se le ha hecho mayor difusión.
Por su parte, la Cámara de Comercio de Maracaibo indicó que en vez de realizar una reconversión monetaria, el Gobierno debería “implementar políticas públicas racionales para estabilizar la economía a la brevedad posible”. Agregan, que el país vive un proceso hiperinflacionario y que las medidas que se deben tomar deberían detener este proceso para así evitar una reconversión.
En un comunicado la Cámara marabina acotó que una vez estabilizada la economía, “la implementación exitosa del nuevo cono monetario dependerá de una convivencia de ambos conos por el tiempo necesario, de información detallada sobre el proceso tanto a las empresas, trabajadores y público en general, y de la disponibilidad suficiente y oportuna del nuevo cono monetario”.
También en un comunicado Fetrabanca exhortó al Ejecutivo Nacional aplazar la medida debido a que adecuar los sistemas bancarios, los procesos operativos y tecnológicos, lleva su tiempo. Igualmente consideraron que si no se toman otras medidas en lo económico, el efecto de la reconversión es algo cosmético y no ayudará a solventar la crisis económica que atraviesa el país. Destacaron que la reconversión del año 2008 se efectuó en un periodo de 10 meses, mientras que la actual se pretende hacer en menos de seis meses.
Por su parte el Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice), sostuvo que esta nueva reconversión es “una medida del gobierno para enmascarar la inflación”. Alegan que esta reconversión en vez de paliar los problemas económicos, los incrementa impulsando, por ejemplo, los precios de rubros que se mantienen estancados como el ticket de metro o la gasolina. Igualmente señalaron que tal como van las cosas, Venezuela cerrará el año con una de las hiperinflaciones más altas de la historia en el mundo.
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